LA JUSTICIA QUE GENERA PAZ

PAISAJE CON TITULO LA JUSTICIA QUE GENERA PAZ
DEVOCIONAL DEL DIA


 Texto Bíblico:

«Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.»
Isaías 32:17


Reflexión

Vivimos en un mundo agitado, cambiante preso de la incertidumbre y la ansiedad que esto conlleva. La gente vive desesperada buscando la felicidad y la tan anhelada paz. Cree encontrarla en muchos lugares, como por ejemplo en los logros personales, las riquezas, el amor, viajando, etc. La verdad todos estos son caminos equivocados.

Son solo alicientes momentáneos para el dolor y el vacío emocional en el que vivimos el día de hoy.


La Biblia es clara: la paz es el resultado de la justicia. No hablamos aquí de una justicia humana, limitada e imperfecta, sino de la justicia de Dios, la que viene por la fe en Jesucristo. Solo cuando somos reconciliados con Dios, cuando dejamos nuestros caminos injustos y nos volvemos a Él con humildad y fe, podemos experimentar la paz verdadera.

El apóstol Pablo dice que por la fe en Cristo somos justificados, y por eso tenemos paz para con Dios (Romanos 5:1). Esa paz no es simplemente ausencia de conflictos, es una seguridad profunda, una tranquilidad interior que no depende de las circunstancias externas. Es la paz que «sobrepasa todo entendimiento» (Filipenses 4:7).

Un hombre una vez dijo: “Lo más precioso que encontré desde que me entregué a Jesús fue la paz”. Esa es la experiencia de todo aquel que deja de luchar con sus propias fuerzas, reconoce su injusticia y se rinde a Cristo.

Aplicación

pregúntate a ti mismo:

  • ¿estoy experimentando paz en mi corazón?
  • ¿en donde creo haber encontrado la felicidad?
  • ¿Hay injusticia o pecado que me está robando la paz?

Dios te llama a volver a Él. No importa cuán lejos hayas ido, Él está dispuesto a perdonarte y a darte su justicia. No luches más por tu cuenta. Entrégale tu vida a Jesús, y Él te dará lo que más anhelas: paz con Dios, contigo mismo y con los demás.

Oración

Señor, reconozco que he buscado la paz y la felicidad en caminos equivocados. Perdóname por mis injusticias y por alejarme de Ti. Hoy quiero volver a Ti, creer en Jesucristo como mi Salvador, y recibir Tu justicia por la fe. Lléname con Tu paz que sobrepasa todo entendimiento. En el nombre de Jesús, amén.

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