RETIRA LO QUE TE IMPIDA LLEGAR A LA META.
Lunes,
14 de julio de 2025.
Texto bíblico:
Por tanto, puesto que
tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de
todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante. Hebreos 12.1 (LBLA)
Meditación:
El ejemplo que está usando el autor de Hebreos para ayudarnos a entender las dinámicas de la vida cristiana, es la de una maratón, una carrera excesivamente larga que tiene una distancia de unos 42 km. Deja varias recomendaciones acerca de cuál es la forma en que mejor se puede correr esta carrera. Fijemos en la exhortación a despojarnos “de todo peso”
Si tuvieras la oportunidad de correr en una maratón, o ver una carrera, podrías comprobar que los corredores profesionales corren con un mínimo de peso. Su ropa es de material muy liviano. Su calzado ha sido especialmente diseñado para esta prueba, y pesa apenas 250 gramos. Algunos corredores hasta corren descalzos, para evitar el peso del calzado. Pocos atletas profesionales cargan con algún elemento adicional durante la carrera. La razón para una actitud tan radical, en cuanto al equipamiento, es clara: Si vas a correr una distancia tan larga, no vas a querer cargar con más que lo absolutamente necesario para llegar a la meta. Todo peso adicional se volverá como piedras a medida que avanzan los kilómetros. En la antigua Grecia, los corredores corrían desnudos.
Cuando Cristo dio instrucciones a los discípulos, antes de enviarles a predicar de dos en dos, también les exhortó a que viajen livianos: “No llevéis oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón, porque el obrero es digno de su alimento” (Mateo 10:9–10). Les enseñó a abandonar la tendencia natural del hombre de asegurarse, con la acumulación de cosas, su bienestar personal. En su lugar, les dijo que debían llevar poco para el viaje y confiar en que el buen Padre celestial proveería en el camino todo lo necesario para sustentarlos.
En
nuestro versículo de hoy, el autor usa la misma palabra para “peso” que se
emplea para la mujer embarazada. La mujer, cuando ya ha entrado en un estado
avanzado de embarazo, se mueve con lentitud e incomodidad. El tamaño de su
vientre impide que sea ágil o rápida. La ilustración es excelente para entender
a qué se refiere cuando nos exhorta a “despojarnos de todo peso”. Nos está
animando a desechar todo equipaje adicional, todas aquellas cosas que estorban
y entorpecen nuestro andar en Cristo.
Aplicación:
El
hijo de Dios sabio sabe distinguir entre las cosas que son realmente necesarias
para su servicio al Señor y las cosas que serán un estorbo para hacer lo que
para Dios es primero. Tendrá que usar disciplina para escoger Su voluntad
(buena, agradable y perfecta), y darle la espalda a cosas que considera
indispensables. Con el ojo puesto siempre en la meta que Dios ha marcado, será
disciplinado en mantenerse libre de todo lo que lo atrape innecesariamente,
para llegar a ese lugar que Dios tiene preparado para disfrutar de un nuevo
tiempo, una nueva tierra donde fluye leche y miel, y donde Él tiene lo
necesario para vivir y disfrutar.
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