LA AMNESIA DE DIOS FRENTE A NUESTROS PECADOS

Viernes 4 de julio de 2025.

 

Texto bíblico

Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. (Hebreos 10:17)

 

Reflexión:

Que hermoso es leer las escrituras y darnos cuenta que nuestro papá Dios tiene amnesia frente a nuestros pecados, es decir se olvida completamente de nuestros errores, el mira para otro lado. Y esta es una de las verdades contenidas en la Escritura que más debe satisfacer nuestra alma y es esta disposición que tiene nuestro padre Dios para olvidar todos los pecados que han sido cubiertos por la sangre de Cristo.

Miren que linda promesa: “Cuanto está lejos el Oriente del Occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Sal. 103:12). Es una maravilla que podamos decir con Ezequías: “Echaste tras tus espaldas todos mis pecados” (Is. 38:17). En lo personal me enternezco cuando escucho al Señor decir: “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados” (Is. 44:22). Pero es aún más hermoso leer: “perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:34).

Cuando confesamos nuestros pecados, Dios no solamente nos perdona, sino que también los olvida instantáneamente. No es exagerado decir que el Salvador sepulta inmediatamente nuestros pecados en el mar de Su olvido. Esto se ilustra bien con la experiencia de un creyente que tenía un reñido combate contra un pecado que lo dominaba. En un momento de debilidad, se rindió a la tentación. Apresurándose a entrar en la presencia del Señor, dejó escapar estas palabras: “Señor, lo he hecho una vez más”. Enseguida imaginó que el Señor le decía, “¿Qué es lo que has hecho una vez más?” El asunto es que, en una fracción de segundo, después de la confesión, Dios ya lo había olvidado.

Es toda una paradoja cautivadora que el Dios omnisciente pueda olvidar. Por una parte, nada escapa a Su conocimiento. Cuenta las estrellas y las nombra, enumera nuestras caídas y lágrimas. Determina cuándo un gorrión cae a tierra, y sabe cuántos son los cabellos de nuestra cabeza. Y a pesar de todo, olvida aquellos pecados que se confiesan y abandonan. David Seamands decía: “yo no sé cómo la omnisciencia divina puede olvidar, pero sé que lo hace”.

¡Un detalle más! Se ha dicho bien que cuando Dios perdona y olvida, coloca un letrero que dice: “Coto de Pesca”. Me está prohibido pescar mis propios pecados pasados o los pecados de otros que Dios ya ha olvidado. En este respecto debemos tener una pobre memoria y una buena capacidad para olvidar.

 

Oremos:

Amado salvador. Gracias por perdonarme, es hermoso saber que tu  no solamente nos perdonas, sino que también olvidas nuestros errores. Hoy vengo a tu presencia arrepentido y apropiándome del perdón que tu otorgas. Perdóname incluso por vivir anclado a los errores del pasado cuando se que ya quedaron olvidados de parte tuya. Gracias señor por escucharnos en el nombre de Jesús. AMEN  

 

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