ORACIÓN + ACCIÓN = BENDICIÓN

Viernes, 18 de julio de 2025.

 

Texto bíblico:

Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. 2 Corintios 10.4–5

 

Reflexión:

Algunos cristianos tienen una mala perspectiva de la forma como Dios obra. Es como si pensáramos que Dios es el genio la lampara mágica, al que frotamos le pedimos un deseo y nos concede los anhelos de nuestro corazón. Amados hermanos tenemos que entender que la vida de fe no obra así. Dios no hará lo que te corresponde hacer a ti. En una ocasión una persona oraba de la siguiente manera a una de las personas presentes: “Señor, te pedimos que Tú quites de nuestra mente todo pensamiento que te deshonra, y que nos limpies de todo aquello que te ofende”. Cuando la persona terminó de orar, vino a mi mente el versículo que hoy compartimos, y reflexioné acerca de las peticiones que a veces elevamos al Señor.

Según este pasaje, no es responsabilidad de Dios quitar los pensamientos que se levantan contra la obediencia a Cristo. El compromiso de Dios, por medio del Espíritu Santo, es traer a luz todo aquello que no agrada a Dios en nuestra vida. Una vez que lo ha revelado, sin embargo, es nuestra responsabilidad tomar cautivos esos pensamientos y sujetarlos a Cristo. Nuestro Padre celestial no los va a quitar de nuestra mente, porque Él nos ha llamado a nosotros a que lo hagamos. El ejercicio de esta disciplina mental es uno de los aspectos fundamentales de nuestra transformación en Cristo.

En muchas ocasiones confundimos la verdadera naturaleza de nuestra vida espiritual y nos encontramos pidiendo cosas que tenemos que hacer nosotros, e intentando hacer cosas que deberíamos estar pidiendo al Padre. Podemos pedir que Él nos de paz, por ejemplo, porque Él ha dicho que “la paz será nuestra cuando, mediante oración y súplica, hacemos conocidas a Dios nuestras peticiones (Filipenses 4.6–7). De la misma manera, los intentos por transformar nuestras vidas no darán fruto porque es una obra que solamente puede realizar el Señor (Romanos 8.6–9).

Nuestro desafío, como cristianos, es entender las dinámicas de la vida espiritual, de tal manera que nuestros esfuerzos estén dirigidos hacia aquellas cosas que realmente hemos sido llamados a hacer. A la vez, nuestras oraciones deben estar dirigidas hacia aquellas cosas que realmente debemos pedir. De esta manera podremos estar seguros de que lo que estamos haciendo recibirá la bendición de nuestro Padre celestial, y evitaremos hacer inversiones que no produzcan ningún fruto.

 

Aplicación:

Hay una frase que resume este devocional: “Muchas personas oran por cosas que solamente pueden venir por medio del trabajo, y trabajan por cosas que solamente pueden venir por medio de la oración”. Reflexiona por un momento en tu propia vida de oración; ¿Dónde están centradas tus peticiones? ¿Qué peticiones elevas con frecuencia al Señor? ¿Cuáles de ellas requieren mayor esfuerzo de tu parte? ¿Cuáles son aquellas que solamente el Señor puede hacer?

 

Oración:

Padre Dios recibe o señor hoy toda la gloria y la honra. Señor permítenos centrar nuestras vidas en el actuar de acuerdo a tu voluntad. Entendiendo que no eres el genio de la lampara mágica. Muéstranos tu voluntad y permite que te obedezcamos y actuemos acorde con tigo. Tenemos que hacer nuestra parte para poder ver los milagros. Señor es en el dulce nombre de tu hijo Jesucristo que te oramos…. Amen.

 

No olviden comentar y compartir GRACIAS.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA JUSTICIA QUE GENERA PAZ